Tarde de domingo en Phi Phi, Tailandia. Un domingo para hacer lo que me gusta: escribir y programar. [05JUN-2016]

Redescubriendo a Pepe Mujica

juandavid
5 min readJun 5, 2016

Esta semana me acordé de un blog que había escrito hace más de un año, pues la idea del emprendimiento vuelve a resonar más fuerte en mi cabeza. Lo escribí el 18 de Marzo de 2015, el título fue “Pepe Mujica: El estilo del emprendedor”. Fue muy bonito volver a leerlo y confirmar que muchas de las cosas que pensaba en ese entonces las sigo creyendo y tomé las decisiones para vivir mejor la vida. Vivirla en el viaje ( como diría Julián).

Pepe Mujica: El estilo del emprendedor [15MAY-2015]

Menos es más. No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita. Frases que he escuchado durante mi vida, pero he encontrado en las declaraciones de Pepe Mujica, sobre todo en su forma de vivir, un nuevo significado:

Hace poco leí una entrevista en la Revista BOCAS, donde se le preguntaba: Usted habla mucho de la libertad, porque la perdió durante varios años. ¿Para usted cuál es la importancia de la libertad? Él respondió:

La libertad tiene niveles. Hay lo que se puede llamar la libertad individual, que cada individuo debe ganar y defender. En general, eso no se toca y no se define.

Y para mí la libertad individual es tener tiempo libre para hacer aquellas cosas que a uno lo motivan.

Porque si el grueso del tiempo de la vida que uno tiene lo va a gastar pura y exclusivamente en la batalla económica por tener más, y más, usted termina no teniendo libertad.

Si a mí me gusta jugar al fútbol, necesito tiempo para jugar al fútbol. Si soy joven y tengo veinte años y me desespera el amor, necesito tiempo para el amor. Si soy un viejo, necesito tiempo para poder hablar con mis amigos en el boliche. No estoy diciendo que el hombre no tenga que trabajar. El hombre necesita trabajar porque si no está viviendo a costillas de otro.

Pero no puede gastar la vida sólo en trabajar. Necesita tiempo para ser libre. Y esto es lo que está en disputa en el tiempo contemporáneo. Nos roban todo el tiempo porque la sociedad consumista tiene tal peso determinante sobre nuestra conducta que no podemos escapar, salvo que tengamos mucha claridad en la cabeza y seamos capaces de ponerle freno.

La verdad es que esa respuesta me impactó, pues comparto esta concepción de que el dinero tiene aquél valor de la cantidad de tiempo que invertí para ganarlo. Si mis gustos son suntuosos soy esclavo de dedicar más tiempo para satisfacerlos. Ser esclavo del dinero es ganar para comprar cosas que no necesitamos. Me acordé de un video que se preguntaba: ¿Qué pasaría si el dinero no importara?

Cuando me cuestioné al respecto, me planteaba la pregunta de otra manera, la relacionaba con la posibilidad de dedicar mi tiempo libre como quisiera: ¿Si estuviera en vacaciones a qué me dedicaría? ¿Qué haría hora tras hora? La respuesta fue contundente, “no me pondría a leer un tratado de derecho comercial o estudiar los supuestos de modelos econométricos.”

Esos dos temas llegaron a mi cabeza, pues son cuestiones que me interesaban, no me disgustaban, me llamaban la atención. Para mí esa respuesta no era válida, pues me niego rotundamente a invertir mi tiempo en algo que no me motive visceralmente. Con este tipo de pensamientos en mente es que decido no terminar de estudiar derecho, ni ejercer la economía de una manera tradicional. Cuando respondo a qué me gustaría dedicar el resto de mis horas, hay dos verbos acompañados de sus sustantivos: crear tecnología y resolver problemas.

A eso es lo que me dedico como emprendedor tecnológico en formación. Me gusta identificar problemas, convertirlos en oportunidades y resolverlos a través de tecnología, en particular software. El punto no es la importancia del dinero, la clave es no competir por él ciegamente. A la mayoría de los de mi generación les gustaría tener visa para ir a cualquier parte del mundo o tener la libertad de escoger a qué horas trabajar. Ambas cosas están relacionadas con lo que decía Pepe sobre la relación del tiempo y el dinero:

“La vida es corta. ¡La vida hay que vivirla! Y pa’ vivirla hay que tener tiempo y tiene que ser tiempo libre.”

Cuando tú compras, no compras con dinero. Compras con el tiempo de tu vida que tuviste que gastar para ganar ese dinero (…) Todos tenemos que tener una cuota de trabajo, pero la vida no se hizo sólo para trabajar. La vida es corta, la vida hay que vivirla y para vivirla hay que tener tiempo.

Quienes están metidos en el mundo del emprendimiento me dirán, ¡qué mala elección, cómo se contradice así, Juan David! En el fondo tienen razón, pues sacar adelante una empresa requiere mucho tiempo. Sin embargo, descubrí algo muy grato, para mí, tal labor ya no se convierte en trabajo. Para mí es tener tiempo libre para hacer lo que me gusta: crear tecnología que resuelva problemas.

Éste ejercicio de escritura pública, me ha ayudado a organizar ideas que tengo sobre la libertad, el éxito y la felicidad. También me obligó a organizar las razones por las cuales emprendí este viaje en una carta abierta a mis padres.

Hoy releyendo eso que escribí me volví a identificar en la filosofía de vida de Mujica, mientras me tomo un café en las islas Phi Phi. Mi posición respecto al consumismo se resume en una foto:

Tener tiempo en la mañana para trotar al lado del mar, no tiene precio:

En Tailandia he logrado concretar muchos pensamientos, sigo siendo un emprendedor en formación. Pero que ahora le agrego un componente, además de la tecnología, el del impacto social a través de la educación. Quiero seguir compartiendo el cuento que en América Latina hay “Mucho cacique, poco indio”. Para eso necesitaré el tiempo de trabajar en eso que me mueve visceralmente.

Escrito en Phi Phi, Tailandia [05JUN-2016]

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juandavid
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